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La vida de un estudiante de ingeniería no es sencilla. Entre proyectos, exámenes y la presión por mantenerse al día con las últimas tecnologías, es fácil sentirse abrumado. En mi caso, además de estas responsabilidades, enfrenté un desafío adicional: mi tendencia a distraerme fácilmente. Durante la pandemia, las clases en línea me permitieron avanzar en mi carrera, pero al regresar a la presencialidad, me encontré con un obstáculo difícil de superar: solo me faltaban dos asignaturas para graduarme, y no podía inscribirlas debido a mi horario de trabajo. Fue entonces cuando decidí recurrir a una herramienta que, en ese momento, estaba ganando popularidad: los asistentes de IA, específicamente ChatGPT. En esta entrada, te contaré cómo transformé a un chatbot en mi tutor personal y cómo esto me ayudó no solo a aprobar mis exámenes extraordinarios, sino también a descubrir una nueva forma de estudiar compatible conmigo.

Desarrollo:

  1. El contexto: asignaturas pendientes y un método poco convencional

    Las dos asignaturas que me quedaban eran Administración de Redes y Dispositivos de Entrada y Salida y Memorias. La primera requería un dominio medio de redes de computadoras, incluyendo la configuración de equipos Cisco y el uso de VLSM (Variable Length Subnet Masking). La segunda, aunque parecía más sencilla, incluía temas complejos como flip flops, cronogramas y cableado físico. Ambas materias tenían una parte práctica además de la teorica que, en mi caso, era mi mayor debilidad. 

    Como tal vez lo sepan otros alumnos de la Facultad de Ingeniería en situaciones similares, el acervo bibliográfico no cuenta con guías para estos exámenes. Además, la bibliografía recomendada es escasa y difícil de encontrar, en el peor de los casos son libros muy caros. Afortunadamente, no tenía muchos meses que ChatGPT había entrado en el escenario. Decidí darle una oportunidad como mi tutor personal, y el resultado fue un éxito.

  2. El método: 

    Lo primero que hice fue explicarle a ChatGPT mi situación: el tiempo que tenía para estudiar, el formato del examen (teórico y práctico) y el temario de la asignatura. Subí el temario oficial al chat en pdf y, a partir de ahí, comenzamos una dinámica de preguntas y respuestas.  Por ejemplo, cuando le pregunté sobre VLSM, no solo me explicó el concepto, sino que también me proporcionó ejemplos prácticos y ejercicios para resolver. Cada vez que tenía una duda, la aclaraba en el chat, y si la explicación no era suficiente, le pedía que la simplificara o que me diera más ejemplos. Cuando me equivocaba en algun ejercicio, ChatGPT solía deducir la razón por la cual me habia equivocado y así detecte mis debilidades en el proceso.

 

Para la parte práctica, especialmente en Administración de Redes, practiqué con ejercicios diarios en Cisco Packet Tracer. ChatGPT me guió en la configuración de redes, el uso de VLSM y la resolución de problemas. Gracias a esta práctica constante, fui el único en aprobar el examen práctico, lo que me permitió presentar el teórico de manera remota y acreditar la materia. Cabe mencionar que cometí un error al borrar todo mi progreso cuando solo faltaba media hora para terminar el tiempo del examen, así que a toda prisa volví a configurar mi red, lo cual muestra que sin duda aprendí bastante claro lo que tenía que hacer. 

Para poder acreditar el laboratorio, es necesario poder configurar una red en Cisco Packet tracer en la que se interconecten 3 modems habiendo comunicación en toda la red

La segunda asignatura: consolidando el método

En Dispositivos de Entrada y Salida y Memorias, el desafío fue dominar conceptos como flip flops y cronogramas, además de prepararme para un examen práctico que podría incluir cableado físico o simuladores como Proteus. Utilicé el mismo método, adaptando el chat para esta nueva asignatura. Esta vez, mi dominio fue aún mayor, lo que me permitió aprobar el examen en el primer intento, tanto en la parte teórica como en la práctica.

Este proceso me enseñó que, con las herramientas adecuadas, es posible aprender de manera autónoma y eficiente. La IA no solo me ayudó a entender conceptos complejos, sino que también me permitió practicar de manera constante y recibir retroalimentación inmediata. Esto es algo que, en un entorno tradicional, sería difícil de conseguir.

Para la parte práctica fue necesario el alambrado de un circuito. En esto me ayudó la IA a poder usar Proteus para simularlo

Conclusión

Este método no solo me ayudó a aprobar mis exámenes, sino que también me demostró el potencial de los asistentes de IA como herramientas de aprendizaje. Si bien no es un método tradicional, puede ser especialmente útil para estudiantes irregulares que, como yo, buscan formas eficientes de estudiar asignaturas específicas. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, es importante estar abiertos a nuevas formas de aprender y enseñar. Si estás en una situación similar, no dudes en contactarme. Con gusto te ayudaré a redactar prompts o a utilizar estas herramientas para que puedas acreditar tus materias y alcanzar tus metas académicas.